Es bastante común que la gente diga que “no es nada” sin un sueño nocturno de calidad. Falta de productividad, cansancio, irritabilidad, falta de concentración y dolor de cabeza son algunos de los signos que se enfrentan debido a una noche de “mal sueño”.
Antes de identificar tu tipo de insomnio, es importante entender que existen dos motivadores, son:
Factores internos (primarios): Es causada por el propio organismo, es decir, existe independientemente de cualquier otra condición, como la dificultad del cuerpo para producir melatonina, conocida como “hormona del sueño”. Necesita tratamiento para resolverse.
Factores externos (secundarios): Es causada por factores y condiciones externas, por ejemplo, el consumo de cafeína antes de dormir, malestar emocional por ansiedad o estrés, el ambiente donde se duerme, hábitos y otras situaciones.
Generalmente, el insomnio causado por factores externos se resuelve tan pronto como se resuelve el motivo de esta condición.
Conociendo los dos tipos de factores, ha llegado el momento de definir cuál tipo puedes tener.
Insomnio general (hábitos):
Es el más común de todos, siendo un tipo de trastorno del sueño en el que hay dificultad para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o despertarse demasiado temprano.
Pueden estar motivados por malos hábitos del sueño cerca de la hora de acostarse, como:
- Estar expuesto a la luz, como lámparas de la habitación, celulares, televisores y computadoras.
- Practica ejercicio físico horas antes de acostarte.
- Cambie su hora de acostarse con frecuencia.
- Consumir alimentos considerados “pesados”.
- Estudiar, trabajar o realizar una tarea que requiera mucha actividad cerebral.
- Siesta después de las 3 p.m.
Las personas que se identifican con estos síntomas deben analizar qué hacen antes de acostarse, e identificar si alguno de estos hábitos les está dificultando conciliar el sueño. Tras identificarlo y eliminarlo, el sueño volverá a la normalidad.
Insomnio agudo (emocional):
Este tipo, también conocido como insomnio adaptativo, se produce por motivos específicos. estrés emocional, como una separación, duelo, pérdida del empleo y otros.
En estos casos durará un breve periodo hasta que se resuelva el problema que provoca la falta de sueño. Generalmente la duración¹ es de unas pocas semanas, pudiendo variar hasta tres meses, dependiendo del Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.
Este tipo requiere atención, ya que mantener esta condición por un período superior a 3 meses puede convertirse en insomnio permanente o crónico. Busca un especialista si este es tu caso.
Este problema que afecta al sueño se resuelve cuando termina lo que provoca el estrés o cuando te acostumbras a lo que provoca el estrés.
Insomnio generado por sustancias (alimentos):
Esta categoría de factor externo se produce cuando el La falta de sueño está relacionada con el uso de ciertas bebidas, alimentos y medicamentos..
¿Está todo bien con tu cuerpo y no hay ningún problema psicológico y aún así tienes dificultades para dormir? La causa puede ser generada por algo que estés consumiendo.
Algunos ejemplos son productos que contienen cafeína, como las bebidas energéticas, el café, algunos tés; y otras sustancias como el alcohol e incluso suplementos como los preentrenamientos.
Cierto tipo de medicamentos que tratan la presión arterial, la diabetes y la depresión pueden provocar insomnio, en estos casos se recomienda acudir al médico e indicar la dificultad para dormir debido al uso del medicamento.
Las personas que se han identificado con estos síntomas deben analizar lo que están consumiendo a las pocas horas de sueño, e identificar si alguno de estos alimentos contiene algo que esté acelerando su cuerpo y alejando el sueño.
Tras identificar y eliminar el consumo, el sueño tiende a normalizarse.
Insomnio psicofisiológico:
Esta clase está asociada con ansiedad alta que se refiere a la preocupación psicológica por no poder dormir. Porque al estar acostados en la cama, tienden a tener un gran flujo de actividad mental en lugar de relajarse. Generando ansiedad y estrés.
Las personas afectadas por este tipo se sienten cada vez más ansiosas y tensas a medida que se acerca el momento de conciliar el sueño, generando una especie de pánico a la hora de dormir y generalmente asocian el sueño con algo negativo.
Algunas personas con esta condición sólo logran normalizarse después de cambiar su entorno, ya que han asociado su propia habitación y cama como un desencadenante de ansiedad.
Según un estudio² de Informes Científicos, el mejor tratamiento para esta clase psicofisiológica es Terapia cognitivo-conductual para el insomnio conocida como CBT-I.
Insomnio paradójico:
Este tipo de insomnio de factor interno, también conocido como hipocondría del sueño, está motivado por una falsa sensación de no poder dormir.
Lo inusual es que la persona afectada por esta clase puede conciliar el sueño relativamente rápido y con una buena calidad de sueño. Según³ a Fronteras en psiquiatría.
A esta conclusión se llegó en un estudio en el que personas que reportaron no poder dormir bien o por un corto período de tiempo fueron sometidas a exámenes de polisomnografía, que analizan los datos del sueño.
Un grupo de personas realmente no podía dormir bien, pero otro grupo, Lograron dormir bien y conciliar el sueño rápidamente, pero refirieron la sensación de haber tardado mucho en conciliar el sueño y haber dormido muy pocas horas..
Esto ocurre porque para este grupo de personas, el cerebro se encuentra en estado de alerta mientras el cuerpo duerme. Por eso refieren estar conscientes durante toda la noche, como si estuvieran despiertos.
Insomnio generado por condiciones médicas:
Este factor externo del insomnio está motivado por problemas ligados a algún problema físico o mental, donde el insomnio es un síntoma y no la causa.
Algunos ejemplos son problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, dolores de tiroides, dolores crónicos, cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
En estos casos, tras solucionar el problema o tratar la enfermedad que provoca el insomnio, el sueño volverá a la normalidad.
Comportamientos infantiles Insomnio:
Es normal que a medida que los niños crecen, su forma de dormir también cambie por completo.
Estos cambios también se conocen como BIC (Insomnio conductual infantil), en promedio, este trastorno puede afectar alrededor del 30% de los niños.
Segundo4 el Sociedad Torácica Americana, existen tres subtipos de este insomnio:
1- Asociado con quedarse dormido: Se refiere a la dificultad para conciliar el sueño. Algunos ejemplos incluyen que el niño solo pueda dormir en presencia de sus padres o dependiendo de su juguete o manta favorita.
2- Procrastinación del sueño: ocurre cuando el niño se niega a dormir, generalmente haciendo algún tipo de “berrinche”, pidiendo ir al baño o diciendo que tiene hambre; para retrasar la hora de acostarse.
3- Mezclado: Ocurre cuando los otros dos comportamientos se practican juntos.
Se debe buscar un profesional infantil para tratar estos comportamientos si su hijo tiene alguno de estos hábitos.
Insomnio no identificado:
Algunos profesionales pueden clasificar a sus pacientes con este tipo de insomnio, también conocido como “no especificado”.
Ocurre cuando aún no se ha identificado la causa de la falta de sueño, donde el paciente será sometido a evaluaciones adicionales, considerándose un tipo de clasificación temporal.
Aquí están todos los estudios científicos que utilizamos para escribir este artículo, para acceder, simplemente haga clic en el título: