¿Alguna vez has vivido situaciones embarazosas a causa de los gases intestinales? Ese momento bochornoso en el que el ruido o el olor delatan la presencia no deseada del famoso “pedo” o flatulencia, que además de resultar embarazoso, puede provocar dolor y malestar.
Pero no te preocupes, ¡estamos aquí para ayudarte! En este artículo te presentaremos técnicas sencillas y muy efectivas para eliminar los gases intestinales y tener un día más tranquilo, cómodo y sin preocupaciones.
Todos los consejos que compartiremos son basado en estudios científicos comprobados, asegurándose de seguir las mejores prácticas para abordar este problema.
Entonces, si estás listo para decirle adiós a los gases, continúa leyendo este artículo y descubre cómo aliviar este importante problema.
Masticar bien la comida
Empezamos por una técnica sencilla para controlar la producción de gases que muchas veces se descuida. Hablamos de masticar bien los alimentos antes de tragarlos.
¡Sí! cuando tu mastica bien los alimentos, lo que ayuda a descomponerlos en trozos más pequeños, haciendo la digestión mucho más fácil.
Un estudio publicado en Revista de gastroenterología clínica titulado “Efectos de la masticación sobre la producción de gases intestinales.s" analizó la relación entre la correcta masticación de los alimentos y la producción de gases intestinales.
El estudio demostró que la masticación prolongada puede ayudar reducir la cantidad de gas producido en el intestino, además de mejorar la digestión y evitar la sensación de hinchazón abdominal.
La explicación es que, cuando masticamos bien los alimentos, facilitamos la acción de las enzimas digestivas y reducimos la cantidad de alimentos no digeridos que llegan al intestino.
Además, el estudio señala que masticar también puede ayudar a reducir la cantidad de aire que se ingiere durante las comidas, lo que puede contribuir a la formación de gases intestinales.
Dieta baja en FODMAP
Uno estudio publicado en Revista Americana de Gastroenterología demostró que un dieta baja en carbohidratos fermentables, también conocido como Una dieta baja en FODMAP puede reducir significativamente los síntomas de gases intestinales en personas con síndrome del intestino irritable.
Esta dieta restringe ciertos tipos de carbohidratos que son fermentados por las bacterias intestinales, reduciendo así la cantidad de gases producidos.
A continuación se muestran algunos alimentos con ALTO contenido de carbohidratos fermentables, que deben ser evitado con una dieta baja en FODMAP:
- Fructosa: presente en frutas como manzanas, melocotones, peras, sandías, cerezas; también en jarabe de maíz alto en fructosa, jugos y miel;
- Lactosa: leche entera, condensada o en polvo, helados, batidos, quesos, mantequilla, nata y otros;
- Fructooligosacáridos (FOS): presente en alimentos como ajo, cebolla, espárragos, achicoria, remolacha, brócoli, coliflor, boniato, tomate, trigo y cebada;
- Galactooligosacáridos (GOS): Frijoles, lentejas, garbanzos, soja, judías verdes, guisantes, cereales integrales, semillas de chía, nueces y productos lácteos; y algunas frutas, como ciruela, albaricoque, lichi, guayaba y mandarina.
- Polioles: presente en algunos tipos de frutas, como manzanas, melocotones y ciruelas, así como en edulcorantes artificiales como el sorbitol y el manitol.
Y ahora enumeramos algunos alimentos con contenido BAJO de carbohidratos fermentables, que deben ser agregado con una dieta baja en FODMAP:
- Calabaza, calabacín, lechuga, papa, berenjena, zanahoria, chayote, espinaca, kiwi, naranja, limón, fresa, uva, plátano, arándano, melón, uva, carne de res, cerdo, pollo y pescado, huevos, arroz, quinua, almendras, nueces, aceite de coco, aceite de oliva, hierbas y especias como jengibre, cúrcuma y tomillo.
Cabe mencionar que la cantidad en cada alimento puede variar y es importante consultar con un nutricionista para identificar qué alimentos se deben evitar o consumir con moderación para tu organismo.
Probióticos (lactobacilos vivos)
Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y ayudan con la digestión, también conocidas como Lactobacilos vivos.
Uno estudio publicado en Revista mundial de gastroenterología demostró que tomar probióticos puede mejorar la salud intestinal y reducir la producción de gases.
A continuación se muestran algunos alimentos ricos en probióticos:
- Encurtidos;
- Algunos yogures naturales;
- kéfir;
- Algunas leches fermentadas;
- Algunos quesos fermentados, como el requesón y la cuajada;
- miso;
- tempeh;
- kimchi;
- Chucrut;
- Kombucha;
- Vinagre de sidra de manzana crudo;
- Kvas.
Es importante recordar que no todos los alimentos que afirman contener lactobacilos vivos en realidad tienen una cantidad significativa y eficaz de probióticos. Por lo tanto, se recomienda elegir marcas de alimentos con probióticos confiables y probados.
Evite los alimentos grasos
Los alimentos grasos pueden ser difíciles de digerir y provocar la acumulación de gases intestinales. Esta información es ampliamente conocida y difundida por la comunidad médica y científica.
La mejor práctica es limitar el consumo de alimentos grasos y adoptar una dieta equilibrada para mantener una buena salud gastrointestinal.
Los alimentos grasos que pueden ser difíciles de digerir incluyen:
- Frituras en general: patatas fritas, empanizados, etc.
- Carnes grasas: cerdo, cordero, ternera con grasa visible, etc.
- Embutidos: salchichas, chorizos, jamones, tocino, etc.
- Quesos amarillos y cremosos.
- Salsas grasas: mayonesa, salsa blanca, salsa de queso, etc.
- Dulces con grasa: tartas con nata, helados cremosos, etc.
¡Pero no te preocupes, no hay necesidad de desesperarse y tirar toda tu reserva de papas fritas y tocino! La moderación es la clave aquí. Al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta una buena hamburguesa de vez en cuando, verdad?
Si notas que estás teniendo problemas de gases e hinchazón abdominal, es momento de evaluar qué cantidad de estos alimentos grasos estás consumiendo y tal vez reducir un poco la frecuencia. ¡Después de todo, tu bienestar intestinal te lo agradecerá!
Practica ejercicios fisicos
El ejercicio físico regular puede ayudar a reducir la producción de gases intestinales, esto sucede porque el ejercicio estimula el movimiento intestinal, ayudando a eliminar los gases acumulados y acelerar el tránsito intestinal, facilitando la eliminación de gases.
Además, la actividad física ayuda a reducir el estrés, lo que también puede contribuir a la producción de gases intestinales.
Y lo que prueba estos beneficios es un estudio publicado en Revista de Neurogastroenterología y Motilidad; Efectos del ejercicio sobre la microbiota intestinal.
bebidas carbonatadas
Las bebidas carbonatadas, como los refrescos y el agua con gas, pueden aumentar la producción de gases intestinales. Además, estas bebidas también pueden provocar hinchazón y malestar abdominal.
Esta es una recomendación común en varias guías y pautas dietéticas de profesionales de la salud, basada en el conocimiento sobre la digestión y absorción de alimentos y bebidas en el tracto gastrointestinal.
Así que evita o limita tu consumo de estas bebidas para reducir la producción de pedos.
Súper té y hierbas
Algunas hierbas, como el hinojo, el cilantro, la menta, el romero, la manzanilla y el jengibre tienen propiedades que pueden ayudar a reducir la producción de gases intestinales.
Un estudio publicado en Revista de etnofarmacología mostró los efectos del consumo de té de hinojo en 20 mujeres. Los resultados mostraron que el té de hinojo redujo significativamente la producción de gases intestinales y también redujo el apetito de los participantes.
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Precauciones:
Recuerda que la producción de gases intestinales es una parte normal del proceso digestivo y que es difícil eliminarlo por completo y que cada persona es única y puede responder de manera diferente a estas técnicas.
Sin embargo, siguiendo estas sencillas técnicas, puedes reducir la producción de gases y aliviar las molestias.
Es importante evaluar la cantidad de alimentos catalogados como “nocivos” que estás consumiendo y reducir su ingesta. Esto no quiere decir que debas eliminarlos por completo de tu dieta, sino adoptar un consumo moderado y consciente.
Si tiene problemas con los gases, consulte a un médico o nutricionista para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.
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